Llevo muchos años viviendo sobre la faz de la tierra 
y miles mas viviendo en las tinieblas eternas...
Soy un alma solitaria y creo que seguiré así hasta el fin de mis tiempos...
Me gusta alimentarme al despertar...
Y nunca me alimento de la sangre de los animales...
No hay nada que me sacie mas que la sangre de los humanos...
La noche es parte de mi esencia...Su oscuridad es mi cómplice... 
Y la luna es mi amada eterna... 
Uno de mis placeres son los libros y la observación nocturna...
Se que tal vez no lo creas...Pero soy la madre y reina de los vampiros...
Si es que aún quedan de ellos sobre la faz de la tierra...
Puedes seguir tu camino o detenerte ante mi...Y caminar a mi lado...
Seras aceptado solo si crees en la magia...
Si es así...Sigue mis pasos...En este mundo que ante ti se abre..

miércoles, 31 de mayo de 2017

LAS LEYENDAS DEL CASTILLO DE EDIMBURGO

ESCOCIA



El Castillo de Edimburgo, construido sobre una roca volcánica, fue inicialmente la residencia real de David I, príncipe de Escocia y Conde de Huntingdon, en el siglo XII. Este castillo ha sido testigo de muchos de los conflictos de históricos y las guerras de la independencia de Escocia en el siglo XIV, así como el conflicto jacobita en 1745.

A finales del siglo XVII, se convirtió en una fortaleza militar. Pero, en su historia más oscura, fue escenario de muchas tragedias y muertes, lo que le han llevado a convertirse en un lugar encantado.

Edimburgo es una ciudad que cuenta con un montón de pasadizos subterráneos ocultos, una serie de túneles secretos que van desde el Castillo a la Royal Mile, su calle principal. Cuando hace varios siglos se descubrieron estos túneles, se mandó a un gaitero para que los explorara. Un gaitero para que, al tocar su instrumento, todo el mundo supiera por dónde iba.

Sobre la mitad del recorrido, al llegar a la Royal Mile, el sonido de la gaita se detuvo de repente. Un grupo de rescate fue enviado para buscar al gaitero, pero sólo se logró encontrar los restos rotos de la gaita. Nunca jamás se supo del gaitero, aunque muchos habitantes de Edimburgo cuentan que, en el silencio de la noche, se vuelve a oír en los túneles el sonido de una gaita.

Un día antes de que Cromwell atacara el Castillo de Edimburgo de 1650, se cuenta la historia de la aparición de un niño sin cabeza por los alrededores de la fortaleza. Dicen que este fantasma sólo aparece cuando el castillo va a ser asaltado de forma inminente. Aunque no ha habido nadie que lo haya visto recientemente, la gente sigue contando la historia.

En Edimburgo, curiosamente, hay un cementerio para perros. Como tal, hay mucha gente que, durante la noche, cerca del cementerio, ha oído ladridos lastimeros de perros, y en ocasiones perros fantasma que frecuentan el cementerio. También se comentan los fantasmas de los prisioneros de la Guerra de los Siete Años.

Mucha gente que ha visitado el Castillo de Edimburgo habla de situaciones paranormales que les han ocurrido en las habitaciones, sobre todo en las que fueron encarcelados presos. Algunos hablan de que una presencia invisible les tiraba de las ropas, o bien una caída brusca de temperatura, una sombra, el roce de algo invisible, sentimientos de ser observados y la detección de alguna presencia sobrenatural.

En el 2001, un equipo de nueve investigadores paranormales exploraron las habitaciones y los pasadizos secretos del castillo. Uno de ellos era una mujer joven que, en un momento determinado, se encontraba sola en uno de los pasadizos de South Bridge. Llevaba una cámara de vídeo para grabar lo que viera. La mujer dijo que, de pronto, comenzó a sentir una respiración en el cuarto en el que se encontraba.

Justo en ese momento creyó ver un destello de luz en un rincón, pero no quiso acercarse siquiera. Las únicas pruebas de aquello fueron unas fotografías en las que se aprecian unas densas manchas de luz, nieblas extrañas y una mancha verde.






miércoles, 17 de mayo de 2017



★★★★★★★ Seres de la Noche ★★★★★★★★

Amo la música clásica...Así como amo el silencio...Amo leer...Mi flor preferida es la rosa azul...Amo las hiedras sobre el mármol de mi cripta...Sobre las viejas paredes de mi castillo y hasta sobre mi trono cuando se trepan hasta acariciar mis manos que descansan por demasiado tiempo sobre el apoya-brazos...Amo mi mágico bosque y a cada criatura que allí mora...Amo la brisa y el viento que me traen voces de mis antepasados,,,Amo la noche en demasía...Mi protectora...Negro velo que cubre mi alma,,,Y por sobre todo amo a la luna,,,La diosa de mi cielo...La única luz que verán mis ojos...Incluso el día que muera será ella quien se reflejará en ellos quedando guardada su imagen en mi retina...Las cosas que les he relatado son las cosas que amo en este mundo...Las cosas que un solitario vampiro puede amar...En toda una eternidad..

viernes, 5 de mayo de 2017

LA LEYENDA DEL CASTILLO DE RIBA DE SANTIUSTE

Las primeras referencias a las leyendas al castillo de Riba de Santiuste (Guadalajara) nos hablan de que fue una propiedad musulmana reconquistada por Alfonso VI a finales del siglo XI. Allá por 1973 Enrique Calle Donoso compró el castillo en subasta por el ridículo precio de 130.000 pesetas (781 euros). A partir de ese momento fue ocupado por una supuesta organización de carácter “esotérico”, que lo restauró y lo utilizó como cuartel general. Debido a sus oscuras actividades, hay quienes piensan que el castillo fue utilizado para celebrar extraños rituales. El propietario nunca vivió allí de manera permanente, aunque sí lo hizo Tony Chao, considerado el guardián de la fortaleza entre los habitantes de La Riba, la pequeña población alcarreña que duerme a sus pies. Desde tiempos inmemoriales a la senda que bordea haciendo un círculo la abrupta montaña sobre la que está situado el fortín se la conoce como “subida de los muertos”. Al poco de instalarse Chao, más conocido como El guardián del castillo o Hachado mayor, tanto él como su mujer comenzaron a escuchar gritos y lamentos y, según han explicado, tenían la sensación de que alguien los tocaba o empujaba cuando se encontraban en determinados lugares.

Entre otros fenómenos ocurridos, se ha visto una figura de una mujer con una túnica blanca deambulando por las almenas y varias personas han oído alaridos y lamentos en determinadas partes del castillo, también diversas luces inexplicables. En el pueblo hay gente que cree menos y otras que creen más, pero todos ven en "Manuela" o "Manola" (como llaman al espectro o lo que sea) a un habitante más de este pueblo. Se explica el origen del fenómeno como un parricidio: la hija del señor musulmán del castillo es infiel a su prometido con un cristiano y aquella degüella en una determinada parte del castillo, en una especie de bañera o gaveta de piedra que se cree que formaba parte de un antiguo aljibe. Esta es una explicación bastante típica en nuestro país de fantasma "castillero". Al parecer surgió durante la práctica de una sesión de ouija por las diversas personas que han acudido a él. Hay otra versión que dice que la "Manuela" fue una especie de cantinera o mujer que acompañó a los soldados en el asedio de Lopez de Madrid en 1452 y que murió allí.

Muy cerca del castillo se encuentra situado un pequeño promontorio conocido por los antiguos habitantes del pueblo como "cerro del ahorcado", el origen de dicho nombre es incierto, hay algunos que entienden que en aquel promontorio se ajusticiaba a los malhechores antiguamente, pero no hay nada claro. Otra versión parecida pudiera tener que ver con las distintas guerras y asedios que tuvieron lugar en la localidad y en las cuales los soldados vencidos sufrieran la ira de los vencedores con esta manera de ejecución. Otro origen pudo haber sido un suicidio de un antiguo habitante y que pudiera haber quedado grabado en la memoria del subsconsciente popular. Lo único que está claro de todo esto es que se desconoce su origen.

Al igual que en el caso de la colina del ahorcado, no se conoce de dónde proviene dicho nombre. Hay varias hipótesis al respecto: hay una que mantiene que en la ladera del castillo y por donde transcurre esa subida se encontraban distintos enterramientos rupestres quizás producto de las muertes ocasionadas durante las distintas guerras, asedios y enfrentamientos armados acaecidos en los alrededores o también quizás constituyeran los restos de esa Riba superior que estarían situados en esa ladera orientada al este y más amesetada que la otra vertiente de la montaña en donde se asienta el castillo. Hay otra versión que consiste en que en esta zona se produjeron fuertes enfrentamientos armados en alguna determinada contienda y con gran mortandad y que por eso se quedó este nombre. Por último, podría consistir dicho camino en el recorrido de la procesión funeraria que partiendo del pueblo de la Riba tendría como término el patio trasero del castillo convertido en cementerio del pueblo durante una determinada época, debido a una gran mortandad producida por ejemplo por una fuerte epidemia.

Hay también una leyenda que indica que dentro del castillo se hallaba una gallina que producía los huevos de oro, que se quedó clueca y que ponía los pollos de oro. Todo ello tiene su origen en la contribución que tenían que pagar en tiempos los habitantes del pueblo para el sostenimiento de la escasa mesnada que mantenía el obispo de Sigüenza en el castillo y que consistía en una gallina anual por vecino. Contribución ridícula que pasado el tiempo se abandonaría al quedar el castillo vacío y en ruina al perder su objetivo de protección de la zona por los períodos de paz que siguieron al afianzamiento del poder real en Castilla y en España.

La verdad es que durante el acondicionamiento y rehabilitación del castillo, los albañiles del pueblo que trabajaban en ello sacaron algunos restos humanos de allí. El origen de aquellos restos se desconoce, puede ser debido al uso de ese patio por el pueblo como cementerio, al igual que en otros castillos como por ejemplo el cercano de Medinaceli. Ese uso como cementerio pudo ser ocasional, con motivo de una epidemia por ejemplo o ya más estable en una determinada época en la que el castillo estuvo abandonado y ruinoso. Otra versión más acertada es el uso de ese patio como lugar de enterramiento a los caidos durante un determinado asedio o hecho de armas. Fue usado durante el asedio de 1452 por los caballeros navarros y aragoneses que ocupaban el castillo como lugar de enterramiento de sus muertos al no poder enterrarlos fuera del recinto al estar sitiados por las tropas del obispo de Sigüenza.

En 1981 acudió al lugar un equipo del programa radiofónico MEDIANOCHE, programa pionero de la cadena SER en misterio y parapsicología presentado por Antonio Jose Alés, para investigar e intentar comunicarse con las entidades fantasmales que viven en él, lo que nunca podrian pensar en sus más horribles pesadillas es que estas entidades sí quisierón presentarse a tan ilustre programa, lo que se tradujo en voces misteriosas, presencias, sensación de frio, sensores de movimiento que se volvieron locos ...etc...tal fué el terror y miedo que pasaron que Antonio Jose Alés no lo contó en la radio, según los componentes del equipo "fue la primera experiencia seria que él tuvo", "le sobrepasó un poco", "no quiso seguir investigando". Todos los miembros del equipo salieron bastante impactados de esa experiencia.

LEYENDA DEL CASTILLO DE BLIMEA

Cuenta la leyenda que desde la edad media, fue el Castillo casa de señorío y misericordia, dando sustento a quien desfallecía y cobijo a quien lo necesitaba, cualquiera que fuese.

El dueño del Castillo era un noble hidalgo, señor de todo el valle, hombre misericordioso y tranquilo, que tenía por una de sus costumbres asomarse a las almenas para contemplar sus dominios, prefiriendo estos pasatiempos tranquilos, a la ferocidad de la guerra.

El buen hombre tenía solo una hija, de nombre Florinda, a la que todos los habitantes de la comarca querían, por su virtud, su piedad y su belleza. Florinda era pretendida por todos los infanzones de los alrededores, que desfilaban diariamente hacia el castillo en bellos corceles.

Sin embargo, ninguno se había ganado el amor de la muchacha, y tampoco se atrevían a decirle nada mas, conformándose con su amistad. Solo el señor de Buelga (Parroquia de Ciaño, en Langreo), sentía herido su orgullo, y decidió que la haría su esposa fuese como fuese, así pues, con promesas y zalamerías, consiguió el permiso del Señor de Blimea para desposarla.

Cierto día, llamo el padre a la hija, y le comunico la decisión de que se desposase con el señor de Buelga. Los ojos de la joven se ensombrecieron, y las lágrimas acudieron a ellos. Su padre, sorprendido y apenado por la reacción de la doncella, a la que adoraba mas que a su propia vida, y nunca quiso causar pesar alguno, le pregunto que le pasaba.

Florinda, aun con la voz ahogada por la emoción, pero firme y resuelta, confeso a su padre que su corazón ya lo había entregado a otro hombre. El anciano hidalgo quiso saber su nombre y si tenía un buen linaje, como correspondía a su hija, por la noble cuna en la que había nacido.

La joven bajo los ojos, sin responder, y el padre supo que se trataba de un labriego. El buen hombre, tuvo un momento de debilidad y furia, ya que por propio egoísmo paterno, aspiraba para su hija un noble de gran prestigio y linaje.

“-Un villano!! - Gritó- Debería hacerle pagar cara su osadía y colgarle de la almena mas alta del castillo”

Florinda, sorprendida por ver a su padre así, y con el miedo metido en el cuerpo, juro y perjuro que jamás le diría su nombre, y que primero se mataría antes de desposarse con otro que no fuera su amado.

El hidalgo de Blimea aun seguía montado en cólera, y amenazo con meterla en un convento si no se casaba con el señor de Buelga, y prohibiéndole volver a mencionar al villano.

En un último arranque de ira, la encerró en un torreón y mando recado al de Buelga, anunciándole su consentimiento.

Pasaban los días, y en el castillo la agitación era grande, por los preparativos de la boda de Florinda y el señor de Buelga. Llegado el gran día, a primera hora de la mañana, unos fuertes golpes sonaron en la puerta del castillo.

El señor de Blimea, seguido de su sequito, corrió a abrir la puerta, extrañado por los golpes tan fuertes.

Su sorpresa fue en aumento, al encontrar a un apuesto joven, servidor suyo, que con semblante emocionado y terriblemente apenado, le dijo:

“-Ved, señor, el tributo que cuesta separar a dos almas que se aman desde niños; para librar a mi amada de los brazos de otro hombre, yo mismo le he dado muerte. Ella me lo suplico y yo he cumplido su ruego”

El noble, horrorizado, le pregunta el nombre de la desgraciada.

“-Su hija, señor”

El señor de Blimea suelta un alarido que se oye en todo el valle, esta próximo a volverse loco de pena y de furia, pero sobreponiéndose, y en un supremo esfuerzo, se contuvo, y le dijo:

“-Libre eres, mi casa es una casa de señorío y misericordia”

“-Gracias señor -responde el mancebo- vuestra sangre es tan noble como el apellido que lleváis, pero ved lo que hago con la libertad que tan generosamente me otorgáis”

Y sacando un puñal aun rojo por la sangre de la amada, se lo hundió en el corazón suicidandose. De esta tragedia fue testigo mudo el Castillo de Blimea.

LA LEYENDA DEL FANTASMA DEL CASTILLO DE SAN SERVANDO

TOLEDO - CASTILLA LA MANCHA Varios doblones incrementaban el peso de la escarcela del soldado Don Lorenzo de Cañada, tipo alto, moreno, de...