Llevo muchos años viviendo sobre la faz de la tierra 
y miles mas viviendo en las tinieblas eternas...
Soy un alma solitaria y creo que seguiré así hasta el fin de mis tiempos...
Me gusta alimentarme al despertar...
Y nunca me alimento de la sangre de los animales...
No hay nada que me sacie mas que la sangre de los humanos...
La noche es parte de mi esencia...Su oscuridad es mi cómplice... 
Y la luna es mi amada eterna... 
Uno de mis placeres son los libros y la observación nocturna...
Se que tal vez no lo creas...Pero soy la madre y reina de los vampiros...
Si es que aún quedan de ellos sobre la faz de la tierra...
Puedes seguir tu camino o detenerte ante mi...Y caminar a mi lado...
Seras aceptado solo si crees en la magia...
Si es así...Sigue mis pasos...En este mundo que ante ti se abre..

martes, 10 de enero de 2017

VALSAÍN - SEGOVIA - CASTILLA Y LEÓN LA LEYENDA DEL TEMPLARIO ENAMORADO



Cuando la Corte residía a temporadas en su palacio de Valsaín, un caballero templario, que, como tal, tenía voto de castidad, se enamoró de una de las cortesanas que allí residía.


Durante cierto tiempo se estuvieron viendo en un lugar camino del paso de la Fuenfría. Pero sucedió que su secreto fue descubierto, no volviéndose a ver ambos enamorados.

Y cuenta la leyenda que si una joven pasa por allí al atardecer, puede aparecérsela el caballero templario y ofrecerle una flor.

https://books.google.es/books?id=faS0oo9KxR0C&pg=PA389&lpg=PA389&dq=LA+LEYENDA+DEL+TEMPLARIO+ENAMORADO&source=bl&ots=3vpJPGmdV_&sig=IWMn-l9GhLuj4SQM0NeRBuz-inQ&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjK2Kuw1rfRAhUFVhQKHWw6C-QQ6AEIITAB#v=onepage&q=LA%20LEYENDA%20DEL%20TEMPLARIO%20ENAMORADO&f=false

lunes, 9 de enero de 2017

LA LEYENDA DEL ALCÁZAR

Comienza la leyenda cuando corría el año 1366 y reinaba en Castilla Don Pedro I, para unos “El Cruel” y para otros “El Justiciero”. Empeñado en una lucha a muerte con su hermanastro Don Enrique de Trastamara, por quien la ciudad de Segovia, junto con su Alcázar, había levantado bandera a su favor reconociéndolo como Rey y ofreciéndole todo su apoyo en huestes y mesnadas, así como seguro refugio para él y su familia, en los gruesos muros de su Alcázar.

En la mañana del día 22 de julio de ese año (1366), en una de las salas del Alcázar, denominada del “Pabellón” o del “Solio”, se encontraba jugando, bajo la custodia de su ama, el Infante Don Pedro, niño a la sazón de unos 8 años de edad ( y no un niño de pecho, como dice otra versión de la misma leyenda), hijo bastardo, pero reconocido por su padre, de Don Enrique de Trastamara, al que, como se ha dicho anteriormente, ya Segovia le había reconocido como de la realeza, aunque legalmente no lo fuera hasta tres años mas tarde, al hundir Don Enrique su puñal fratricida en el pecho de su hermano Don Pedro I de Castilla, en la trágica jornada de Montiel, el 23 de marzo de 1369.

Encontrábase jugando, el Infantito Don Pedro, en esa aciaga mañana de julio de 1366 en una de las Salas antedichas, cuando en un descuido de su ama, o en un movimiento brusco del niño que esta no pudo contener a tiempo, hizo que al asomarse éste al alféizar de una ventana de dicha sala, cayese al vacío desde tan considerable altura, yendo a estrellarse sobre las piedras del foso del Alcázar.

En ese instante, trastornada su ama por el horror y el espanto de ver caer al tierno Infante, la infeliz mujer, temerosa del castigo que, a buen seguro, le aguardaba, o tal vez cegada por el cariño que profesaba al niño o compelida por el remordimiento, se arrojó por la misma ventana en la que cayó el Infante, yendo a estrellarse su cuerpo junto al del malogrado niño, que no había sabido guardar debidamente.

Una Cruz de Hierro situada en el lugar en que cayeron ambos, recuerda a la posteridad tan trágico suceso.




MOGENTE - VALENCIA LA LEYENDA DE LA ESCALA DE LA DONCELLA

En el pueblo de Mogente, enclavado en la hermosa y fértil huerta valenciana, de esplendida vegetación, se ven los restos de un antiguo castillo del tiempo de los árabes, y trozos de muralla, en cuyo recinto debe de encerrarse la población en aquella lejana época.

Por el pueblo corre el rio Bosquet, seco en en epoca de estiaje. Este rio, a la entrada del pueblo corre encajonado entre dos altas montañas que presentan curiosos relieves grabados en las roca, posiblemente producidos por la erosión de las aguas. Cada uno de estos relieves tiene su nombre y su leyenda, y es entre ellos famosa una gran escala ( escalera ) de grandes peldaños que labrados en la roca viva, se remontan hasta la cima de la montaña, y que los aldeanos conocen con el nombre de la escala de la doncella.

En época del emirato árabe, en los turbulentos tiempos del segundo Abdalazis, era señor de Mogente un musulmán ilustre,guerrero valeroso, gran aficionado a la literatura, poeta y amante de la naturaleza, se llamaba Mohamed Ben Abderraman Ben Tahir.

El,vivía con su hija una maravillosa doncella, mas hermosa que las estrellas y solo comparable a las huríes del par, su padre era lo que mas quería del mundo, por eso se preocupo de cultivar su inteligencia trayendo al mas sabio de su tiempo, al cual tuvo que rescatar de los almohades pagándoles una cuantiosa fortuna por el.

La exquisita doncella se llamaba Fatima de los Jardines, y había heredado de su padre la pasión por la naturaleza y para complacerla mando construir Mohamed una avanzada torre que unida al palacio por un pasadizo, se erguia como soberbia atalaya al borde del arroyo.

Allí pasaba la doncella largas horas queriendo descifrar los relieves de las rocas y contemplando el paisaje , mientras el sabio le iba enseñando,las ciencias y las letras y también en las ciencias ocultas y la hizo penetrar en los secretos de la magia, con todas aquellas enseñanzas ella llego a ser una joven de cultivado espíritu y exquisita sensibilidad.

El padre se complacía contemplando a su hija pero a pesar de todos sus desvelos y cuidados la doncella no era feliz; su mirada reflejaba tristeza y melancolía, ni los regalos , ni las joyas ni los desvelos de su padre le alegraban, siempre con actitud soñadora parecía contemplar el paisaje. Trato de distraerla Ben Tahir llevándola a las suntuosas cortes de Andalucia, donde deslumbraba a los árabes mas ilustres que la solicitaban por esposa, pero ella los rechazaba a todos y solo quería volver a la torre y vivir en completa abstracción. El padre preocupado decidió preguntar al sabio preceptor, quien le respondió."

"Tu hija a descubierto la existencia de un palacio encantado de maravillosa riqueza a cuya entrada conduce la misteriosa escala; pero como esta no fue echa para mortales no se puede subir por ella, yo conozco otra entrada al palacio pero es muy peligroso puede quedar allí encantada para toda la eternidad".

Ben Tahir exigió al sabio que lo llevara a el y a su hija al palacio y que si les pasaba algo le cortarían la cabeza, haciéndolo a el responsable.Aquella noche al primer canto del gallo, estaban los tres al pie de la escala, el sabio encendió una antorcha y sacando u viejo libro de magias y grimorios leyó en voz alta unos conjuros. Al terminar la pajina se oyo un estruendo, y el siguió leyendo impasible, al terminar la segunda pagina se oyo otro estruendo,mas profundo, y prolongado, y los dos pudieron ver una profunda grieta abierta en la montaña, al terminar la tercera pagina se rompió el molde de piedra y lentamente fue separándose las dos partes y quedo una entrada que los deslumbro por los resplandores de las columnas de esmeraldas y muros de piedras preciosas, el anciano toco un silbato y a esta señal entraron mientras fuera el sabio seguía leyendo su mágica lectura.

Al cabo de una hora toco de nuevo el silbato y salieron los dos visitantes, mientras detrás de ellos se cerraba con un sordo rugido la montaña.

Grandes maravillas vieron en ese palacio encantado, tanto que al sabio le dieron la libertad para que se fuera a su país, solo con la condición de que les dejara su libro de magia.

Pasaron varios años de dicha para Fatima y su padre, hasta que un día terrible en el que no encontraban a la sultana por ningún lado. Ben Tahir lloraba por la desaparición de su amada hija, sus esclavas solo sabían que había salido con un siervo y que le dijo que la esperara al pie de la ESCALA hasta que ella volviera, pero por mas que espero ella no volvía. El padre al oírlo corrió como un loco y a grandes gritos llamaba a su hija.

En el centro de la tierra se escuchaba el lastimero quejido de Fatima que había quedado prisionera en el interior del palacio encantado ,desesperado el padre mando a todos sus siervos a demoler la montaña, pero por mas que cavaban para libertar a la doncella se estrellaban contra la roca maciza, no encontraban ni el menor hueco por donde picar, hasta que se dieron por rendidos por la fatiga.

El padre se fue a África en busca del sabio para que le ayudara pero este estaba muy enfermo y le dijo que su hija estaría allí por toda la eternidad, y el sabio murió.

El buen musulmán con el corazón destrozado ante el fracaso de su viaje , murió de pena poco después. Fatima de los Jardines continuo su angustioso lamento atrayendo a los habitantes de aquellas aldeas que acudían cada noche a escucharlas conmovidos.

Cada cien años aparece lujosamente ataviada descendiendo, majestuosa por la escala en espera de que algún mortal que llegue a desencantarla.

Son muchos los habitantes de aquel país que la han visto sin que haya llegado el feliz mortal que, siendo capaz de de librarla de su encantamiento, pueda poseerla.

domingo, 8 de enero de 2017

Palácio Nacional da Pena (s.XIX, Sintra, Dist. Lisboa, Portugal)


El príncipe Fernando II de Portugal, esposo de la reina María II de Portugal, ordenó la construcción del palacio de la Peña en 1836. El príncipe se enamoró de la zona de Sintra en una excursión que realizó junto a su esposa. En esta excursión, la pareja real pudo contemplar las ruinas de un antiguo monasterio devastado a raíz del terremoto de 1755. El monasterio había sido de los frailes jerónimos y fue construido, originariamente, por el rey Juan II y transformado, de forma substancial, por el rey Manuel I que, cumpliendo una promesa, ordenó la reconstrucción del monasterio en honor de Nossa Senhora da Pena y lo donó a la orden de San Jerónimo. Con el terremoto de 1755, la capital portuguesa y toda el área que la rodea quedó muy deteriorada. Dentro de esta área se encontraba la zona de Sintra y el mencionado monasterio. Estas ruinas únicamente conservaban intacta la capilla con un magnífico retablo de alabastro atribuido a Nicolás Chanterenne. Fernando II adquirió el monasterio en 1838 y, junto con este, la enorme propiedad de la montaña de Sintra, dentro de la cual se encontraban diversas villas o el llamado Castillo de los Moros. La reconstrucción fue lenta y costosa, pero finalmente se convirtió en un recinto exuberante que constituye una de las máximas expresiones del estilo romántico del siglo XIX en Portugal, en el cual se pueden contemplar diferentes estilos que van desde el neogótico hasta al neoislámico, pasando por el neorrenacimiento y una visión pseudomanuelina que convierten el espacio en un ambiente claramente exótico. Además, en las vertientes de la montaña se construyó un magnífico parque inglés que, junto con el palacio, se convirtió en un icono de la arquitectura portuguesa. Pronto se adaptó el palacio como residencia de verano de la familia real. Numerosas colecciones reales se trasladaron al palacio y a la vez se crearon ricos ornamentos, que fueron desde los célebres estucados hasta las paredes pintadas al óleo. Por todo esto, la Unesco declaró Sintra como Patrimonio de la Humanidad en 1995. Estructuralmente el Palacio de de la Peña se divide en cuatro áreas principales: -Los cimientos y murallas exteriores (que servirán para consolidar la implantación de la construcción), con dos puertas, una de las cuales está provista de puente levadizo. -El edificio correspondiente al convento,íntegramente restaurado.Se encuentra en el punto más alto de la colina y ha sido rodeado de almenas y dotado de la Torre del Reloj. -El patio de los arcos frente a la capilla, con sus paredes de arcos moriscos.La zona palaciega propiamente dicha con su baluarte cilíndrico de gran porte,estando su interior decorado en estilo catedralicio, según la moda de la época.El mobiliario y la ornamentación presentes en sus interior, dan una gran muestra de ello.






































































LA LEYENDA DEL FANTASMA DEL CASTILLO DE SAN SERVANDO

TOLEDO - CASTILLA LA MANCHA Varios doblones incrementaban el peso de la escarcela del soldado Don Lorenzo de Cañada, tipo alto, moreno, de...