Otra leyenda cuenta que los aldeanos veneraban una Virgen situada en la capilla de la fortaleza. Un día que vecinos y caballeros templarios estaban oyendo misa, acertó a entrar en la iglesia una cierva extraviada que entró por una puerta y salió por otra tan campante. Asombrados, todos los asistententes salieron corriendo detrás de ella, incluso el propio sacerdote que oficiaba la Misa.
Este gesto tan poco cristiano sentó tan mal a la Virgen que condenó a los lugareños a vivir errantes durante tres generaciones. Y para obligarles a abandonar el lugar, volvió las aguas insalubres y los aldeanos empezaron a morir, empezando por el sacerdote que dejó la misa a medio concluir. Los supervivientes abandonaron el lugar avergonzados por su conducta y perseguidos por la maldición del Cielo, puesto que la cierva era una bruja transfigurada. La leyenda afirma que el alma del mal sacerdote templario continua vagando por aquellos riscos esperando que algún otro termine la misa que dejó inacabada.
La segunda parte de la leyenda dice que los habitantes de Dos Hermanas se establecieron primero en Castillejos (siglo XIII), luego en Cedenilla (siglo XIV) y por fin en Navahermosa (siglo XV). Desde entonces Navahermosa siempre tuvo fama de ser un pueblo "de brujas" donde abundaban saludadores, curanderos, gentes que curaban el mal de ojo, predecían el tiempo, etc. En definitiva personas practicantes de "magia blanca" o "brujería benéfica", posibles depositarios de saberes ancestrales... ¿Quizá adquiridos por sus antepasados en su contacto con los templarios?